La brecha actual a favor de AMLO es tan amplia que ya no hay “voto útil” suficiente para alcanzarlo y rebasarlo: Leo Zuckermann
En su
columna de opinión, el periodista Leo Zuckermann, hace un recuento con
cifras del panorama de las elecciones presidenciales. Comienza señalando
las cifras del Modelo Poll of Polls de oraculus.mx, cuya última actualización se realizó con la más reciente encuesta publicada por El Universal,
si las elecciones fueran el día de hoy, López Obrador tendría el 43% de
las intenciones de voto efectivas (descontando la “no respuesta” a la
pregunta electoral).
En segundo
lugar estaría Anaya, con el 29%; en tercero Meade, con 23%, y en cuarto
Zavala, con el 6%. En el nuevo modelo de pronóstico de oraculus.mx, con
base en el Poll of Poll, calibrándolo con datos de elecciones pasada,
si las elecciones se llevaran a cabo hoy, AMLO tendría un 92% de
ganarlas, Anaya un 7% y Meade un 1%. Su conclusión es que: A 76 días de
la jornada electoral, López Obrador está muy fuerte.
“Le lleva
catorce puntos porcentuales a Anaya y 20 a Meade. En oraculus.mx
gráficamente pueden observarse los dos momentos que ha tenido esta
campaña. Entre noviembre y febrero, López Obrador iba arriba. El segundo
lugar se lo disputaban Anaya y Meade; el primero iba ligeramente arriba
del segundo. En enero, sin embargo, Anaya comenzó a despegarse y
crecer.
Tenía una
clara tendencia al alza. Fue, entonces, que el gobierno de Peña y el PRI
comenzaron a atacarlo con lo de la compra de un terreno que luego
vendió como nave industrial, logrando un importante rendimiento.
Apareció la noticia de que la PGR lo estaba investigando por un presunto
delito de lavado de dinero. Amenazado, Anaya contraatacó prometiendo
que, de ganar, metería a la cárcel a los miembros del gobierno actual
que hubieran cometido actos de corrupción, incluyendo al presidente
Peña”, explica Zuckermann en su columna publicada en Excélsior.
Señala,
comenzó, así, el segundo tiempo de lo que llevamos en esta contienda. El
ataque en contra de Anaya funcionó para detener su crecimiento. No
obstante, la ganancia no la capitalizó Meade, quien desde enero se
mantuvo estancado. El beneficiario de la disputa por el segundo lugar
fue López Obrador. A mediados de febrero tenía el 38% de las
preferencias efectivas. Hoy tiene el 43%. Ganó cinco puntos
porcentuales.
Además,
puntualiza que “es tan grande la diferencia entre López Obrador y los
demás, que ya dejaron de aplicar, me parece, argumentos como el del
“voto útil”, la idea de que, hacia el final de la contienda, un
candidato será percibido como el que pueda ganarle a López Obrador y
habrá, por tanto, un cambio masivo de votos estratégicos. La brecha
actual a favor de AMLO es tan amplia que ya no hay “voto útil”
suficiente para alcanzarlo y rebasarlo.
Haciendo
un análisis frío de los números, creo que la única manera de ganarle a
López Obrador es si sus adversarios se ponen de acuerdo y suman
esfuerzos para bajarlo del Olimpo en el que actualmente se encuentra.
Aunque suene tautológico, AMLO va ganando por la división de los otros
tres candidatos (no incluyo a El Bronco porque no tenemos números de
dónde se encuentra ahora que volvieron a encartarlo en la boleta)”.
López
Obrador tiene el 43% de las intenciones de voto. La suma de Anaya, Meade
y Margarita es de 57%. Si se unieran los tres candidatos, le ganarían a
AMLO. Mientras sigan peleándose entre ellos, no hay manera de hacerlo.
Lo que aquí se requiere es un TUCAMLO —“Todos Unidos Contra AMLO”— para
hacerle mella a la gran ventaja que trae el tabasqueño, indica.
Se
pregunta si es posible ganarle a Andrés Manuel y señala que, “se ve
difícil por la cantidad de ataques que han ido y venido entre Anaya,
Meade y Margarita. Parecería que no existen las condiciones para ponerse
de acuerdo. Pero también es cierto que los tres son políticos
profesionales. En la posible ecuación hay que agregar, por cierto, a un
cuarto elemento: El presidente Peña. ¿Podría haber una mesa de
negociación del gobierno y las tres campañas para coordinar esfuerzos en
contra de AMLO?”.
Zuckermann ejemplifica, el
asunto con la famosa escena de El Padrino. Después de que mataran a su
primogénito, don Corleone convoca a una reunión con los jefes de las
cinco familias para terminar con la guerra. “¿Cómo llegamos a esto?”,
dice Vito. “Tan innecesario. Tattaglia perdió un hijo. Yo perdí un hijo.
No más. Estoy dispuesto a llegar a un acuerdo”, ofrece don Corleone
porque, para él, hay que dejar a un lado los temas personales cuando se
trata de los negocios.
“Los
políticos profesionales son los que dejan a un lado los asuntos
personales (cariños y agravios) para conseguir sus objetivos. ¿Podrán
Peña, Anaya, Meade y Zavala, después de todo lo que se han dicho y
hecho, poner a un lado sus sentimientos, hacer las paces y llegar a un
arreglo para unirse y atacar al unísono a López Obrador? Creo que el
próximo domingo lo veremos: Si persisten los ataques entre ellos o si
enfilan los tres sus baterías en contra del candidato que va arriba”,
concluye.
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