Una Segunda Opinión… SEGUNDO DEBATE: SIN SORPRESAS PARA MÉXICO, SÓLO PARA ANAYA
Por: Alberto Palacios Z.
Como era de esperarse, luego del segundo
debate entre los candidatos a la Presidencia de México, todos se
declararon ganadores y todos los dirigentes y abanderados a cargos
locales y federales declararon vencedor a su presidenciable.
Francamente, este debate resultó más pobre en propuesta, salvo por una que otra que se dio y no necesariamente es buena.
Lo que me resulta más evidente fue que las
descalificaciones se volvieron repetitivas, sobre todo contra Andrés
Manuel López Obrador, de la alianza Morena-PT-PES, quien de nueva cuenta
tuvo que hacer frente a los ataques persistentes de Ricardo Anaya
Cortés, del PAN-PRD-MC, y José Antonio Meade del PRI-PVEM-Panal, pero no
surtieron efecto contra el tabasqueño, quien incluso cometió el error
de simplificar su defensa y comenzar a hacer los chistoretes que uno
esperaría de Jaime Rodríguez “El Bronco”.
Respuestas como “Ricky Riquín Canallín”
quitaron seriedad a planteamientos que pudieron tomar mayor relevancia,
pero que vale la pena retomar, como agregar a los consulados de México
la función de Procuraduría de Defensa del Migrante, con asesoría legal
especializada para evitar las deportaciones en masa que dirige el
Gobierno de Donald Trump.
En el caso de Anaya, me sorprendieron dos
cosas, y diré de lo menos a lo más grave, que siguiera plagiando
descaradamente las propuestas que AMLO lleva años replicando por todo el
país, como reducir los impuestos en la zona fronteriza o elevar el
salario mínimo por decreto, otro tema preocupante que tocaré más
adelante; pero lo más grave se me hizo la forma hostil en que el panista
trató de encarar al tabasqueño, buscando confrontarlo y provocarlo al
puro estilo cholo, poniéndosele enfrente a como dé lugar, casi casi
pegando frente con frente para ver quién se quita primero, actitud
reprobable pero que él ya nos anunciaba desde el video que compartió
previo al debate, donde aparece golpeando una pera de box, agresividad
total.
José Antonio Meade se desenvolvió bien, más
sereno que los otros candidatos, con ideas más claras y sin repetir
tanto como Anaya, a quien se le mezclaron las tarjetas por lo visto, ya
que dos veces seguidas repitió lo inaceptable de haber invitado a Donald
Trump a Los Pinos luego de un año de vejaciones contra los mexicanos y
que el número de terroristas que entraron a Estados Unidos por la
frontera con México era cero, y luego lo repitió una tercera vez
igualito. Meade hubiera logrado colocar mejor algunas de sus propuestas,
pero se vio opacado por las repetidas interrupciones de los
moderadores, las cuales se repitieron con los demás candidatos.
Fue un problema mayúsculo el hambre de
protagonismo de León Krauze y Yuriria Sierra, rebasó las expectativas,
aunque un par de ocasiones sirvió para que los candidatos respondieran
una u otra pregunta sin tanto rollo.
Creo que uno de mis momentos favoritos del
debate fue cuando “El Bronco” dijo que ninguno de los tres tenía cara
para confrontar a Trump y que Anaya menos porque tenía a sus hijos
viviendo en Estados Unidos, lo que tuvo el descaro de negar, y si bien
es cierto que se los trajo para mostrarlos en campaña, sería un
hipócrita que siempre han vivido en Atlanta, si eso se señaló desde
mucho antes de ser candidato por los mismos panistas que no lo querían
dejar llegar, destacando cuánto gastaba en vuelos de avión cada semana a
dicha ciudad; ahí Ricardo se puso más pálido que de costumbre y la
sonrisa forzada era más de desconcierto y miedo que de otra cosa. Punto
para Jaimito, quien se divirtió más como espectador que como
participante.
Ahora, destacando la coincidencia de tres de
cuatro de los candidatos de subir por decreto el salario mínimo, a mí
me preocupa la crisis que se desencadenaría debido a ello, porque un
aumento de siquiera los cien pesos, implicaría que empresarios y
comerciantes subieran sus precios para amortiguar el gasto, generando
una inflación generalizada en productos y servicios, además del riesgo
de que las empresas reduzcan su plantilla o cierren por no poder costear
dicha disposición presidencial. Es el riesgo que yo veo, pero igual no
soy economista, es mi humilde y desinformada opinión.
Falta un debate entre los candidatos a
Presidente, las mentiras se siguen desenmascarando, la desesperación de
Anaya y Meade por no poder alcanzar a López Obrador es más evidente cada
vez, al grado de que sus equipos ya piden a los mexicanos no votar por
el tabasqueño porque a lo mejor está enfermo, y no quieren un Ejecutivo
que se vaya a morir.
Yo sigo viendo a AMLO en línea recta y solo
para ganar la Presidencia de la República, así lo ha decidido la gente,
difícilmente perdonarán al PRI y al PAN tantos años de mentiras y
corruptelas, mucho menos los aumentos a las gasolinas, a la canasta
básica, la luz y el gas. Mejor olvídense. Por cierto, parece que nadie
extrañó a Margarita Zavala en el debate, pero hay que reconocer que
gracias a ella duró menos. Gracias Mague.
@AllenVhanfurer
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