CARTA ABIERTA A KENIA LÓPEZ RABADÁN SENADORA DE LA CDMX/PAN
CARTA ABIERTA A KENIA LÓPEZ RABADÁN
SENADORA DE LA CDMX/PAN
Por Susana Navarro
Con la presente me dirijo a usted puesto que ayer, ante una conferencia de prensa, fue vocera de la postura de los legisladores del PAN en relación a los últimos hechos que involucran a su correligionario Ricardo Anaya Cortés, considerado ya prófugo de la justicia. Aunque su mensaje fue muy "encendido", también fue breve; así que sólo se desprenden de él algunas consideraciones:
1. Son días en que nadie, en su sano juicio, puede defender tan vehementemente la inocencia de Ricardo Anaya, y quien en su insania lo intenta tampoco puede amarrarle las manos para sus conductas congénitas de corrupción. Usted y sus compañeros legisladores no defienden al individuo, sino a los intereses de su partido. Me parece que ya dimensionaron el profundo daño que puede ocasionar al panismo el hecho de que Anaya pise la prisión. Un partido que actualmente pende de hilos por falta de credibilidad y de proyecto político recibiría un nuevo descalabro que lo pone en riesgo de perder el registro.
2. Pero querer salvar al partido pasando por Anaya no es tarea fácil, así que usted tiene que recurrir a un único recurso de coyuntura política a modo para no traer a la mesa el verdadero origen de las cosas. "Venganza política" y "si tocan a Anaya, nos tocan a todos" fueron las muletillas que utilizó en repetidas ocasiones durante su mensaje sin fondo. Subyace oscura, en su discurso manipulador, la realidad de dos sexenios panistas y un último priista que ocasionaron un gravísimo daño patrimonial a la paraestatal Pemex, por sólo referirme a este saqueo tan brutal que dejó pérdidas irreparables para el sector energético. Este es el tema medular que dio origen a una investigación, pero mañosa y oportunamente se omite, se entierra en su mensaje. Su único recurso de "venganza política" es pobre, tullido y sobreexplotado.
3. Quiero entender su "lógica" cuando califica de "opositor fuerte" al que sale corriendo a las primeras, y de "sacatón" al Presidente que en el pasado 2005 enfrentó un juicio de desafuero y que ha sido, en nuestra historia reciente, el opositor más vigilado con tecnología avanzada, el más perseguido y el más atacado desde las esferas del poder priistas y panistas. Es un lujo que usted pueda hoy insultar en una conferencia de prensa al Presidente, mismo al que siempre califican como "dictador" e "intolerante"; es un lujo, repito, que no tienen los opositores de los regímenes autoritarios.
4. Exigen usted y sus representados que el Presidente "saque las manos del proceso", pero aún cuando el Presidente decidiera mantenerse al margen sin hacer declaraciones al respecto de este asunto en sus 'mañaneras' y sólo la autonomía de la Fiscalía marcara el curso de la justicia en el proceso que se le sigue a Anaya; difícilmente usted y sus correligionarios dejarían de acusarlo de "persecución política" y de "venganza" ya que se trata de una estrategia victimista para la desestabilización política en el país, y que nuevamente se vale de la difamación. El mismo Anaya seguiría dedicándole al Ejecutivo sus videos desde el exterior cobijado bajo la égida del victimismo, artero seguiría buscando posicionarse mediáticamente como "opositor oficial" ... claro, desde lejos. Son ustedes mismos quienes involucran al Presidente para hacer mella a su imagen presidencial y que esto les abone a sus fines políticos y electoreros. Lo que vimos ayer durante el mensaje que usted ofreció no puede compararse a otra cosa que no sea a una representación teatral con tintes de comedia. No se puede considerar con seriedad tanta banalidad.
5. Los mexicanos que fuimos testigos del saqueo de los gobiernos panistas y priistas no podemos tolerarle a usted ni a sus representados ese posicionamiento gritón, cínico, mendaz y soberbio a fin de: a) Librar a su partido de más descrédito. b) Defender a un delincuente prófugo. c) Atacar la figura presidencial desde una postura necia, hueca y vulgar. Es absolutamente inadmisible por inmoral. Antes de eso, deberían convocar a la prensa para hablarle de frente a una sociedad que se siente ultrajada por el recuento de males y daños que se heredaron del fracaso neoliberal y su mal endémico: la corrupción: su sello particular. Al menos se verían ciertas "señales" de autocrítica reivindicadora y no la putrefacción que emanan cuando lo que no conviene a sus intereses lo omiten, lo niegan y optan por el victimismo más cretino.
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