DIME COMO REACCIONAS, Y TE DIRÉ QUIEN ERES. Failo Vazquez.


 DIME COMO REACCIONAS, Y TE DIRÉ QUIEN ERES.


La convulsionada contienda electoral, deja muchas lecciones. Como dice el dicho popular: "En los momentos difíciles se conoce a las personas", y vaya que esta experiencia nos dió la oportunidad de conocer el verdadero yo de tanta gente, que al calor de la pasión política, convertida en fanatismo, dejaron o dejamos ver nuestra verdadera personalidad.


Exponiéndome al juicio de los demás, me ofrezco primero para ser crucificado. De hecho, lo de crucificado está de más. Pongámosle que estoy puesto a que me claven el último clavito. Qué mas dá. En otras palabras, me vale madre.


Por decir la realidad, fuÍ juzgado de chairo, de ignorante, de morenista  y de ser un devoto empedernido del odiado Andrés Manuel López Obrador. Y yo, que ni partidista soy.

Insistí hasta el cansancio en que eran muchas las ventajas que tenía la candidata oficial sobre la carismática opositora. Alabé cuanto pude las virtudes y cosas buenas de la enjundiosa Xóchitl Gálvez, sin dejar de mencionar los lastres que le estorbaban. Ahí están mis escritos. Reconocí honestamente las promesas incumplidas del gobierno actual y todo aquello que debía de mejorar, particularmente en materia de seguridad y de salud. Mencionando siempre que eran más las cosas que debían reconocerse. Nada les pareció convincente o al menos, de tomarse en cuenta. Por respuesta, obtuve burlas, rechazos, bloqueos, portazos virtuales, demostraciones de enojo irreconciliable y hasta prohibiciones de hablar del tema, aún cuando los y las empecinadas Xochitlovers iniciaban la ofensiva perorata en contra del presidente y la Sheinbaum, a más del encendido discurso, encumbrando a la ilustre candidata del PRIAN.

Fue por demás. No había quien parara a la incontenible marea rosa, que sentía ya en sus manos la recuperación de un poder que por culpa de sus malos chipocludos, habían perdido. No pudieron darse cuenta que esos mismos pillos, los y las estaban enajenando con promesas vacías y mucho, pero muchísimo odio y resentimiento. Me consta de personas buenísimas y de reconocida calidad humana, que se subieron al vagón de los insultos, las calumnias, las burlas, la difamación y la guerra sucia para no solo apoyar a su candidata, sino principalmente destruír a López Obrador y a su candidata.

Les falló. En la politica, como en el deporte o en tantas actividades de la vida, se gana y se pierde, y es en este trance, cuando más se conoce a las personas. El triunfador, debe de ser magmánimo y nada petulante. Justo es su festejo, sin falsa modestia. El perdedor debe de ser noble en la derrota, reconociendo la victoria de quien ganó y aprendiendo de los errores para mejorar. Dar la mano al vencedor, es vestirse de gala. Cualquier forma contraria a este precepto, nos desnuda cómo realmente somos.


VIVA LA PAZ,

LA ARMONÍA Y LA LIBERTAD.


¡VIVA MÈXICO!


Failo Vázquez

Junio 7 de 2024

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