Silvia Gutierrez: A ver gente. Si todavia les queda un poco de inteligencia lectora, piensen en las similitudes del escrito con las circunstancias pasadas recientes y las actuales. Perverso ¿Verdad?
A ver gente. Si todavia les queda un poco de inteligencia lectora, piensen en las similitudes del escrito con las circunstancias pasadas recientes y las actuales. Perverso ¿Verdad?
′′ Para sofocar por adelantado cualquier revuelta, no hay que hacerlo de forma violenta. Los métodos como los de Hitler están superados. Solo hay que crear un condicionamiento colectivo tan poderoso que la idea misma de la revuelta ya no va a llegar a la mente de los hombres.Lo ideal sería formatear a los individuos desde el nacimiento limitando sus habilidades biológicas innatas. Luego, se continuaría el acondicionamiento reduciendo drásticamente la educación, para reducirla a una forma de inserción profesional. Un individuo inculto solo tiene un horizonte de pensamiento limitado y cuanto más su pensamiento se limita a preocupaciones mediocres, menos rebeldía puede. Es preciso asegurar que el acceso al conocimiento se haga cada vez más difícil y elitista. Que la brecha entre el pueblo y la ciencia, que la información destinada al público en general esté anestesiada de todo contenido subversivo.Especialmente sin filosofía. Una vez más, hay que usar persuasión y no violencia directa: se transmitirá masivamente, a través de la televisión, entreteniendo siempre lo emocional o lo instintivo. Estaremos ocupados con lo que es inútil y juguetón. Es bueno, hablando y música incesante, evitar que la mente piense. Pondremos la sexualidad en la primera fila de los intereses humanos. Como tranquilizante social, no hay nada mejor.En general, se procurará prohibir la seriedad de la existencia, dar vueltas a cualquier cosa que tenga un valor elevado, mantener una constante apología de la ligera; de modo que la euforia de la publicidad se convierta en el estándar de la felicidad humana y el modelo de la libertad. El acondicionamiento producirá de este modo una integración tan grande, que el único miedo-que habrá que mantener-será el de ser excluido del sistema y, por lo tanto, no poder acceder a las condiciones necesarias para la felicidad.El hombre masivo, así producido, debe ser tratado como lo que es: un ternero, y debe ser vigilado como debe ser un rebaño. Todo lo que permite dormir su lucidez es bueno socialmente, lo que amenazaría con despertarlo debe ser ridiculizado, asfixiado, luchado. Toda doctrina que ponga en tela de juicio el sistema debe ser designada como subversiva y terrorista, y los que lo apoyan deben ser tratados como tales. ′′Günther Anders, ′′ La obsolescencia humana ", 1956
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