La pugna por el tercer lugar
La Feria
Hace
una semana José Antonio Meade se convirtió en el más alto funcionario
del calderonismo o del peñismo en arrojar la sombra de la sospecha de la
corrupción sobre Etileno XXI, planta dedicada a la producción de
etileno.
“El socio de
Odebretch en México es la familia de Jiménez Espriú a quien Andrés
Manuel ha propuesto como su secretario de Comunicaciones y
Transportes…”, dijo Meade en el debate del martes pasado.
Horas más
tarde, el candidato del PRI redoblaría en Twitter su acusación, con la
siguiente redacción, que incluye énfasis es cuatro palabras: “Andrés
Manuel quiere poner como Secretario de Comunicaciones y Transportes a
Javier Jiménez Espriú, Director General de grupo Idesa, empresa
relacionada con Odebrecht y de la que sus familiares son socios... ¿A
quién se le ocurre querer nombrarlo titular de la SCT?”.
Meade subraya
la relación de Idesa con Odebrecht, que técnicamente es errónea. La
verdadera socia de Idesa en Etileno XXI es Braskem, entidad que en
ámbitos privados y públicos se deslinda de Odebrecht, y sobre todo de la
corrupción de esta empresa que ya ha sido juzgada en Estados Unidos y
en Brasil.
Para no ir más
lejos, el lunes de la semana pasada el consorcio Braskem-Idesa hizo
publicar, a plana entera, un desplegado donde entre otras cosas asevera
que: “Braskem Idesa es una empresa separada e independiente de
Constructora Odebrecht en México. Cuenta con gobierno corporativo,
consejo de administración, gestión y toma de decisiones propias. Braskem
Idesa ya ha declarado (prensa, abril 2017) que el acuerdo que firmó
Braskem (Brasil) con el Departamento de Justicia de los EE.UU. (U.S.
DOJ) y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) en diciembre de 2016, no
reporta irregularidad alguna en sus actividades en México”.
Con ese
desplegado el consorcio de Braskem e Idesa pretendía, según se decía ahí
mismo, hacer “frente a una serie de notas mal informadas que han
circulado”.
Lo cierto es
que han estado en el ojo del huracán desde diciembre de 2016, fecha en
que se supo del acuerdo de Odebrecht con la justicia estadounidense en
el que reconocía que había pagado 10.5 millones de dólares en sobornos
en México.
Desde esa
fecha, diversos periodistas han dado cuenta de singulares aspectos del
contrato mediante el cual el gobierno mexicano, en dos administraciones,
se comprometió a dar un precio subsidiado en el suministro de etano,
materia prima de la que se suponía Petróleos Mexicanos tendría
excedentes.
La realidad hoy
es que Pemex no tiene excedentes de etano, importa a precio más alto
del que le cobra a Etileno XXI, en una relación contractual que ya ha
sido exhibida como altamente deficitaria por la Auditoría Superior de la
Federación. (http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/salvador-camarena/el-misterio-de-etileno-xxi)
En medio de
toda esa cobertura periodística fue dada a conocer el acta de la sesión
del consejo de administración de Pemex presidido por Meade en su
carácter de Secretario de Energía, en la cual desoyó críticas de
consejeros a la conveniencia del contrato con Braskem, validándolo en
los hechos.
Luego vino el
debate y Meade escupiendo al cielo. Uno de los candidatos que defiende
la reforma energética, que asusta diciendo que AMLO es un enemigo de la
inversión privada, mexicana y extranjera, se carga la fama de Braskem
Idesa en un enredo mediático para manchar a Jiménez Espriú.
Pero luego
vinieron también Ricardo Anaya y sus aliados del Frente, que ayer
demandaron se investigue a Braskem Idesa, incluidos los dos presidentes
que auspiciaron esa inversión: Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.
La pugna por el
tercer lugar está tan ruda que dos hijos predilectos del modelo 'no
populista' son capaces de abjurar del proyecto “más grande en términos
de inversión privada en México en los últimos años” (Braskem Idesa dixit).
Benditas
campañas que nos traen cosas tan raras como un exsecretario de Energía,
de Hacienda (dos veces) y de Relaciones Exteriores renegando de una
inversión internacional presumida por dos gobiernos en los que colaboró
de manera protagónica; campañas que nos traen a un candidato del PAN
promoviendo una demanda a uno de los dos mandatarios surgidos del PAN. A
ver cuál de los dos cae más con esta rarísima jugada.
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